2.- Impregnar el corcho con cola blanca. Importantísimo que no queden grumos y que toda la superficie de corcho este bien cubierta de cola blanca, ¡ojo! y cuidado con los bordes, tienes que impregnarlo muy bien de cola o pegamento para que quede bien fijado. A continuación coloca la tela encima y déjalo secar.
3.- Cuando la tela esté completamente seca, es que la cola blanca también ha secado. Recorta la tela que haya sobrado justo por el borde.